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Antidepresivos durante el embarazo vinculados al autismo

Un nuevo estudio, publicado en JAMA Pediatría, encuentra un vínculo entre el uso de antidepresivos durante el embarazo y un mayor riesgo de autismo en la descendencia.
Una nueva investigación muestra un vínculo entre los antidepresivos durante el embarazo y el trastorno del espectro autista.

Los factores de riesgo para el trastorno del espectro autista (TEA) son complejos, poco conocidos y potencialmente numerosos.

Se han estudiado muchas facetas, pero la etiología exacta de la TEA está muy lejos de haberse descifrado.

Este estudio actual analiza en profundidad los nacimientos canadienses, el uso de antidepresivos y su influencia en el ASD. Los resultados pueden considerarse controvertidos y se espera que provoquen debate.

El uso de antidepresivos durante el embarazo ya es una manzana de la discordia y se ha debatido e investigado detenidamente. Este último estudio agrega una dimensión extra a la conversación.

La pregunta de si recetar antidepresivos durante el embarazo es difícil. Existen riesgos inferidos para el feto, sin embargo, si se suspende la prescripción, existen riesgos para la madre.

Hasta 1 de cada 10 madres embarazadas en los Estados Unidos toman antidepresivos en algún momento durante el transcurso de su embarazo.

Este alto nivel de prevalencia, más el hecho de que la depresión parece estar en aumento, ha provocado una mayor investigación sobre las implicaciones.

Los estudios sobre el uso de antidepresivos y el embarazo hasta ahora han desenterrado una serie de riesgos asociados; estos incluyen una mayor posibilidad de aborto espontáneo, malformaciones congénitas mayores, nacimiento prematuro, bajo peso al nacer e hipertensión inducida por el embarazo.

Otros estudios han encontrado, con varios niveles de confianza, vínculos entre el uso de antidepresivos durante el embarazo y el riesgo de hipertensión pulmonar persistente y la posibilidad de síntomas de abstinencia neonatal.

La última investigación, dirigida por el Prof. Anick Bérard de la Universidad de Montreal y el hospital infantil CHU Sainte-Justine, agrega ASD a esta lista.

Uso de ISRS significativamente relacionado con un mayor riesgo de TEA

En resumen, las personas con ASD aprenden, interactúan, se comunican y se comportan de maneras sutilmente diferentes para el resto de la población.

Cada caso de ASD es diferente; algunos niños con TEA pueden necesitar una cantidad increíble de apoyo. Otras personas con TEA no pueden ser elegidas entre una multitud, pero en ciertas circunstancias, pueden tener dificultades para comprender o integrarse con la sociedad.

Debido a que el TEA solo se ha descrito hace relativamente poco tiempo, y los criterios de diagnóstico oficiales aún están en curso, nadie sabe si la incidencia de TEA está creciendo, o si los padres modernos y los médicos son simplemente mejores para detectarla.

El estudio del Prof. Bérard utilizó datos de la cohorte de embarazo de Quebec. En total, 145,456 concepciones que conducen a nacimientos vivos se cotejaron y se siguieron durante 10 años.

Por primera vez, los investigadores tomaron nota no solo del uso de antidepresivos, sino que también marcaron en qué trimestre se tomaron los medicamentos y, sobre todo, la clase de antidepresivos que se tomaron.

La alta calidad de los datos de la Cohorte de Embarazo de Quebec permitió el control cercano de variables potencialmente confusas. El equipo tuvo acceso a factores que incluyen la posición socioeconómica de la madre, antecedentes familiares de autismo, antecedentes de depresión, nacimientos previos y edad en la concepción.

El Prof. Bérard dice:

"Entre todos los niños del estudio, identificamos qué niños habían sido diagnosticados con una forma de autismo observando registros del hospital que indicaban autismo infantil diagnosticado, autismo atípico, síndrome de Asperger o un trastorno generalizado del desarrollo".

Finalmente, buscamos una asociación estadística entre los dos grupos, y encontramos una muy significativa: un riesgo 87% mayor ".

El uso de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), una clase común de antidepresivos, durante el segundo y tercer trimestre se asoció significativamente con un mayor riesgo de TEA.

Si los resultados son creíbles, la siguiente pregunta natural para la ciencia es: ¿cómo afectan los antidepresivos al feto?

Se sabe que la serotonina influye en una serie de procesos en el niño en desarrollo, antes y después del nacimiento. Está involucrado en la división celular, la migración de neuronas, la diferenciación celular y la creación de nuevas sinapsis.

"Algunas clases de antidepresivos funcionan inhibiendo la serotonina (ISRS y algunas otras clases de antidepresivos), lo que tendrá un impacto negativo en la capacidad del cerebro para desarrollarse completamente y adaptarse en el útero", explica el Prof. Bérard.

Esta investigación agrega más información para ayudar a guiar a los médicos y madres mientras deciden si continuarán los tratamientos antidepresivos durante el embarazo. La decisión, sin embargo, sigue siendo increíblemente difícil.

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